El aire soplaba cortante y la nieve caía lentamente posándose sobre los tejados de los edificios y sobre el resbaladizo pavimento, las luces navideñas iluminaban las calles de Ciudad Cooper con un tono rojo y blanquecino, los niños junto con sus padres miraban escaparates para decidir los regalos que querían, lo más pedido por esas fechas eran las figuras articuladas de sus héroes favoritos. El más vendido, sorprendentemente era el de Escorpio, con este venía una moto como la que él tenía que podías transformar en un traje para ponérselo, quizás eso era lo que más atraía a los más jóvenes.
Aunque la navidad más novedosa sería la de la mansión Moura, era el primer año en el que se celebraría con un miembro nuevo entre ellos.
Caven se encontraba en la cocina preparando la cena de la Navidad cuando decidió dar un vistazo al jardín, allí estaba Kevin preparando el árbol de Navidad subido sobre una escalera y decidió salir fuera tras coger un pequeño trozo de sandwich, miró hacia arriba, apenas podía verle.
El árbol debía medir unos 20 metros de altura y llevaba toda la tarde decorandolo.
-¿NO CREES QUE TE HAS PASADO UN POCO?
Kevin miró hacia abajo, sacó algo de su bolsillo y empezó a hacer cosas raras. Al momento le llegó un mensaje al móvil a Caven, lo sacó y vio que era un mensaje de él.
No he oído ni una sola palabra de lo que me has dicho.
Caven se resignó, guardó su móvil y conjuró un hechizo.
-Ecuo cutio aupis
Los copos de nieve cambiaron de dirección durante unos segundos y el aire dejó de ser un poco menos frío, también durante unos segundos.
-Te digo que si no crees que te has pasado un poquito.
Kevin pegó un pequeño respingo, le sorprendió haber escuchado a Caven tan nítidamente, como si estuviese a su lado.
-¿Qué demonios...?
-Tantos años juntos y sigues sorprendiéndote por las cosas que soy capaz de hacer, no voy a engañarte, me encanta.
-El aire se vuelve tu aliado y deja que nos oigamos el uno a otro ¿verdad?
-Vas aprendiendo.
-Esto debe ser el Eco Del Viento-Caven asintió mientras le daba un mordisco al sandwich-. Y no, creo que este árbol es perfecto para una casa como esta.
-Pues yo creo que...
Caven fue interrumpido por un pequeño diablillo como lo era su hijo quien gritaba solo dos palabras.
-Papi mola.
Se vio sorprendido de que estuviese allí pues Laura se le había llevado junto con Marie a Ciudad Danae pues él quería conocer a cierto héroe y todavía era un poco pronto para que ellas llegaran.
Su hijo abrió los brazos para que pudiese cogerle y él lo hizo.
-¿Qué haces aquí pequeño?
Su pregunta fue contestada por una Laura casi sin aliento y abrigada hasta la coronilla.
-Este chico un día me mata ¿Es que no te cansas de correr?
-¿Qué hacéis aquí tan pronto?
Laura iba a contestar pero se vio sorprendida por el gran árbol de Navidad.
-¡Por el amor de Dios!-Kevin se sacudió el oído, le había dejado sordo-¿Es que no aprendes de los errores?
Llamó a su moto que se transformó en traje y pudo bajar de allí para contestarla, se acercó a su oído y la gritó en este.
-¡No estoy sordo!
Ella hizo lo propio.
-No me había dado cuenta del hechizo lanzado, lo siento.
-No se a que errores te refieres, esto es lo más maravilloso jamás visto.
Pulsó un botón y el árbol se iluminó dejando a todos maravillados, sobre todo al pequeño Bryan que aplaudía con mucho entusiasmo.
-Veo que habéis estado preparando la...
Marie al ver el árbol reaccionó un poco peor que Laura.
-¡Pero que has hecho cafre!
Esta vez fueron todos los que se quedaron sordos, exceptuando Bryan que parecía un poco confuso por el vozarrón que había escuchado. Marie le dio una colleja a Kevin.
-¡Au!
-¿No te dije que no quería un árbol tan grande y tan iluminado?-Dijo Marie notablemente enfadada-¡Tus padres me dijeron que harías esto! ¡Y ahora yo me comeré el marrón!
-Pero ¿que hay de malo en esto?
-La ciudad se lo tomará como un desafío, como si estuvieses presumiendo delante de sus narices y te odiaran aún más de lo que ya lo hacen.
-Me adoran como Escorpio, me da igual que me odien como Kevin.
-¡Pero ellos no conocen que eres Escorpio!
De nuevo se quedaron sordos, Marie miró a Caven con ojos furiosos y este retiró el hechizo al instante.
-Mensaje captado-dijo él.
-Bueno, yo no lo veo tan mal-dijo Laura.
Marie la fulminó con la mirada, Caven le hizo un gesto con la mano en su cuello diciéndola que cortase el rollo, ella le miró y reaccionó rápido carraspeando.
-Creo que he pillado algo.
Marie volvió la mirada a Laura para que la diese una explicación sobre lo que acababa de decir.
-A ver, ya de por si lo odian, creo que ha hecho cosas buenas para esta ciudad y otras muchas, da igual lo que haga, siguen odiándolo igualmente.
-Esto hará que le odien más.
-¡Estamos en Navidad maldita sea!-Laura pronto se dio cuenta del tono que había utilizado y rebajó un poco-. Quiero decir, en estas fechas el odio debe dejarse a un lado y ser felices ¿no crees?
Marie miró a todos, incluido a Bryan quien la relajó un poco al ver la cara de felicidad en su cara por el árbol navideño, le cogió de los brazos de Caven y se quedaron frente al árbol.
-¿Y cómo lo habéis metido aquí?
-Digamos que fue por arte de magia-dijo Kevin.
Caven le fulminó con la mirada y este le miró con cara de no saber que le ocurría.
-O sea que le ayudaste a meter esto aquí tu ¿no?
Kevin, quien estaba despistado, se dio cuenta de que acababa de delatarle.
-Muchas gracias, ya veo que puedo confiar en ti.
-Bueno, eso da ahora igual-dijo Marie-. Si mi pequeño Bryan es feliz, pues entonces yo, no voy a negarle eso a él.
Tras un rato hipnotizados por su belleza, todos decidieron entrar en la casa para celebrar las fiestas.
Mientras tanto en la ciudad, la gente miraba hacia la colina donde el árbol recortado sobre el cielo iluminaba en todo su esplendor, en lo alto de esta ponían unas palabras en grande:
FELIZ NAVIDAD CIUDAD COOPER
Las personas, lejos de enfadarse, sonrieron. Algo estaba cambiando y eso lo averiguarían pronto la nueva familia Moura.
Una familia normal paseaba por la calle cuando se tropezaron con un hombre trajeado, le pidieron perdón y se dieron cuenta de quien era: Mario Skimo, de las aerolíneas Skymo. Un hombre querido en todas partes por el bien que hacía y lo buen tipo que era.
-Usted es... es Mario Skimo.
Este ladeo la cabeza a un lado, había algo en él distinto, era como si sus ojos les dijesen que era distinto y al nombrarle parecía casi desconocer su nombre.
-Si, el mismo que viste y calza.
-¿Que hace en Ciudad Cooper?-Este le pidió disculpas con la mano-. Claro, supongo que será por cuestión de negocios y eso.
Sonrió y él le miró seriamente lo que le borró esa sonrisa.
-Tengo miedo papá.
Dijo su hijo de unos seis años.
-¿Tienes miedo muchacho?-Preguntó Mario-. Creo que no sabes lo que es el verdadero miedo.
El hombre un tanto asustado, cogió a su hijo para irse de allí cuanto antes, aunque no sin felicitar las fiestas como correspondían.
-Feliz Navidad señor Skimo.
-Si, claro-este miró a la mansión Moura sacando una sonrisa aterradora-. Feliz Navidad.
FIN... O ESO CREEIS.
SIPNOSIS DE LOS IMPERIALES
Ciudad Danae, ciudad del lujo y
callejones donde la delincuencia acecha, pero esta vez hay algo más que simples
delincuentes con armas. ¿? esta obsesionado con que
solo existan los dioses pero hay un problema, sin los humanos él no puede
sobrevivir entonces es cuando se alía con ¿? el cual le da la idea de que
debe empezar por eliminar a los héroes, sin ellos de por medio tendrá vía libre
para hacer cuanto quiera. Entonces es cuando entran en acción los mayores
héroes del mundo cuando descubren que esto no tiene nada que ver con
eliminarles a ellos sino a un plan mucho peor y en el cual el libro de LC tiene
mucho que ver. Caven, El Príncipe Oscuro, Ángel, Kevin, Noemí, Leopardo, ¿? y ¿? tendrán que colaborar para parar una amenaza mucho mayor
de lo que ellos creían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario